Italia es cuna de grandes obras arquitectónicas, esculturas, escritores y pintores. El particular paisaje del país no le dota de grandes fluviales, pero Croisieurope ha encontrado ese rincón perfecto donde poder instalar a su barco MS Michelangelo de forma permanente: Venecia. De esta forma, la naviera gala realiza excepcionales cruceros fluviales por el Po, aunque podrían considerarse también marítimos en ocasiones, sus itinerarios visitan lugares tan ilustres como Murano, Burano o la propia Laguna de Venecia. Croisieurope hubiera podido construirlo más grande pero ha considerado que debía guardar su mayor valor: pocos huéspedes y un excelente servicio. Por ello, sólo cuenta con 78 camarotes exteriores disponibles de ocupación doble en las cubiertas principal y superior. Todas las cabinas son de tamaño stándar, con un mobiliario sencillo pero muy acogedor. Además de estas dos cubiertas existe una tercera donde podrás encontrar la zona de la terraza y el solárium con tumbonas para tomar el sol. En el interior los planos nos dejan instaciones y zonas comunes idénticas a otros barcos del mismo tamaño. La cubierta superior es la que concentra las dos salas: un restaurante donde ir a desayunar, comer y cenar todos los días, y un salón con bar donde pasar un buen rato y bailar todas las noches.