Todo hacía presagiar que Croisieurope , la naviera líder en Europa en cruceros fluviales por el Duero, que daría nombre a otro gran descubridor y navegante, pero en esta ocasión alzaron la mano para darle un toque más poético. Quizás pudieron elegir otros nombres de escritores más famosos como Fernando Pessoa o Luis de Camoes, pero al final el elegido fue el de Miguel de Torga, por su vínculo con la ciudad de Oporto. Deja atrás un estilo clásico para meterse de lleno en una atmósfera moderna, donde se ha dado paso a líneas rectas, colores más claros y espacios más abiertos en las zonas comunes. Un ejemplo que marca tendencia y puede atraer a generaciones más jóvenes. Aunque la capacidad se mantiene en los 132 pasajeros, los camarotes han sufrido un cambio radical donde se impone la división de dos espacios. Por una parte, se ha cambiado la parte del dormitorio para dejarlo siempre con vistas al exterior en cualquiera de la cubiertas, ya sea con doble ventana o con ventanales panorámicos. Por otra parte, se ha reubicado el espacio de salón y armario en la parte posterior. Un acierto nunca visto antes en otros barcos de cruceros fluviales. Además, sigue incorporando 4 grandes suites en la zona de popa con grandes terrazas. En el resto de instalaciones y estancias, también evoluciona a un aspecto moderno y futurista. La cubierta intermedia sigue acogiendo al gran salón-lounge donde se amenizan las veladas en la pista de baile, se realizan charlas por parte de la tripulación, o se ofrecen las mejores bebidas en el bar central. En cuanto a la cubierta Sol, se guarda un espacio para el solárium, una terraza exterior y, la gran novedad: una piscina fija de 5m x 4m rodeada de teca. La gastronomía cuenta con una doble base de cocina local portuguesa con un toque de raíces francesas. Una mezcla ideal que incluye vinos de la tierra para un buen maridaje. En definitiva, el MS Miguel Torga es un icono en el Duero, rodeado de un ambiente minimalista, moderno y un atento servicio.