Cruceros desde Le Havre - París

La Iglesia de Saint Joseph es una bonita iglesia católica de estilo neogótico que fue alzada entre 1951 y 1958 durante la reconstrucción que sufrió la ciudad francesa tras la Segunda Guerra Mundial. Le Havre fue una ciudad vital en el transcurso del conflicto bélico, ya que era un puerto codiciado por ambos bandos por su situación estratégica en el Norte de Francia. Casi toda la ciudad fue destruida y arrasada durante la guerra. Por esta razón, esta iglesia tiene un gran valor sentimental en el presente ya que conmemora a los 5.000 mil civiles que perdieron la vida en el conflicto. La iglesia destaca por su impresionante torre de 107m, que hace las funciones de faro de la ciudad.

En el estuario del Sena puedes atravesar el gigantesco Puente de Normandía y sus más de 2,1km de longitud. Una verdadera obra de arquitectura. En el momento de su inauguración, en 1995, fue el puente más largo del mundo. A día de hoy ocupa el sexto puesto en esta prestigiosa lista. Este imponente puente está formado de 180 tirantes de puro acero y sustentado en pilares de hormigón armado de 20.000 toneladas. Así que, es posible atravesarlo tranquilamente. Un puente al más puro estilo americano que une las localidades de Honfleur y Le Havre, por lo que permite visitar las dos ciudades francesas. ¡Atraviesa Normandía en puente!

La ciudad de la luz es el mayor destino turístico del mundo ya que recibe anualmente a más de 40 millones de turistas cautivados por los innumerables atractivos de la capital francesa. La Torre Eiffel, los Campos Elíseos, el Museo del Louvre, la Catedral de Notre Dame situada en la isla de Paris, el pintoresco barrio de Montmartre o el río Sena con sus “bateaux mouche” son algunos de los lugares más famosos de la ciudad parisina. A estas delicatesen monumentales les acompaña ese ambiente de romanticismo y elegancia que desprende de forma natural la ciudad francesa: la ciudad del amor. Una ciudad global con más de 12 millones de habitantes y más de 100 km² de extensión conformando una auténtica metrópolis moderna y llena de glamour. La mejor manera de París es deambular por sus calles sin rumbo fijo y dejarse enamorar por sus encantos.

Descubre en el Monte Saint-Michel la mayor joya natural y turística de la costa normanda francesa. Una reliquia apreciada por más de 3 millones de visitantes anuales premiada como Monumento histórico en 1862. El monte debe su nombre a la abadía de San Miguel, situada en la parte alta del monte al lado de la bahía en la que destaca la estatua del Arcángel situada a 170m de altura. La pequeña isla rocosa está situada en el punto central de la bahía y dentro del estuario del particular río Couesnon formando un paraje geográfico único. Está declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1979 y es un lugar de valor incalculable del noroeste francés. Lo más curioso es que el Monte Saint-Michel estuvo alejado de la civilización durante siglos… cuando había crecidas del río hasta los 14,5m. Hoy ya es visitable en cualquier momento del día ¡Vamos a Normandía!

Conocida como la “Ciudad de los Pintores”, la comuna de Honfleur está situada en un lugar privilegiado en pleno estuario del río Sena y a poca distancia del famoso puente de Normandía. Con apenas 13,5 km² de extensión y poco más de 7.600 habitantes es una zona tranquila y pintoresca cuna del Impresionismo de Monet. Hay que destacar de Honfleur la zona portuaria en la que se encuentra el típico puerto antiguo, adornado de pequeños barcos de pescadores locales, casas estrechas de colores y restaurantes y tiendas en un agradable paseo marítimo. Todavía mantiene esa esencia desde que fuera fundada en el año 1027. Fue una ciudad importante de embarque para expediciones a Brasil o América del Norte durante el siglo XV. A pesar de sufrir invasiones y ataques hasta el siglo XVIII, Honfleur ha sabido conversar la típica estampa de las poblaciones pequeñitas y costeras de Francia manteniendo en pie monumentos de la talla de la Iglesia de Santa Catalina, la Capilla de Gracia o el Vieux-Bassin. Es un verdadero lugar con encanto para dar un paseo con la brisa del mar, sentarse en una terraza, pasar un rato agradable y conocer la historia del Desembarco de Normandía.

Acantilados, playas y costa Etretat. Se podría comparar con su vecina inglesa de Dover por su paisaje litoral. Etretat es una pequeña localidad de apenas 1400 habitantes situada en el corazón de la costa normanda. Su esencia reside en ser un lugar para conectar con la naturaleza en estado puro, gracias a sus impresionantes acantilados blancos que moldean una línea costera preciosa de la famosa Costa de Albâtre. Sus formaciones naturales únicas están acompañadas de bonitas playas de arena blanca y un clima bastante agradable. Una de las zona más célebres está en la playa de Jambourg donde se encuentra el “agujero”, lugar donde en 1792 un barco sueco quedó atrapado. En la ciudad merece la pena dar un paseo por el Viejo Mercado y los Jardines de Etretat para avistar el espectacular acantilado de Aval y su famosa “aguja”.